Barbara Kruger (1945), apropiacionista publicista.
Sus obras trabajan desde el "copy" publicitario (aquellos que piensan en el eslogan, la estrategia, etc.), apropiándose de imágenes (de historia del arte, los medios de comunicación, etc.) donde añade texto: generando la estética de anuncios pero, a diferencia, propiciando a la reflexión. Subvierte la dinámica seductora del anuncio. Parte del branding, los eslóganes, las señales publicitarias... el material de cultura popular, para incidir sobre el tejido social.
Kruger se instala en la "valla publicitaria", celebrado la impureza de la imagen, la apropiación, ubicando sus carteles en cualquier lugar (galerías, estaciones de metro, etc.).
De este modo, se entienden sus instalaciones como arquitecturas de la comunicación sígnica, caliente (como las Vegas o Time Square).
Sus obras se instalan en las galerías de manera tan orgánica porque los museos dan la bienvenida a cualquier material grafico o textual conceptual, apropiacionisa, etc., creando un espacio más flexible y abierto.
No sólo se vincula en nociones de publicidad, autenticidad e impureza de la imagen sino también a cuestiones de consumismo.
La reflexión sobre las dinámicas consumistas que traviesan nuestra manera vital de estar en el mundo también salpicarán sus piezas.
Situada en el contexto de segunda ola o ecos de la segunda ola feminista toma conciencia para alterar aquellas rutinas donde el hombre es quien tiene la agencia, mira, habla y representa (relegando a la mujer como receptora, la pasiva, la que "se observa a sí misma y mira como pasa la vida desde el interior de su casa". Empieza a subvertir este binarismo de género de miradas, de escrituras. En sus obras el receptor, quien mira, ya no sea la mujer sino el hombre. De manera muy consciente ella indica, como mujer creadora, que hay un deseo donde ese "tú" (you), es un tú que busca transformar al hombre tradicional (emisor de órdenes y mensajes) en un simple receptor.
BARBARA KRUGER